El cartón de esta semana, más bien puntualiza mi opinión al respecto: por un lado, la inseguridad nacional llega al grado de tocar vidas públicas y también personales; gente de la política tanto como de ámbitos artísticos o deportivos. En fin, ya nadie estamos exentos: es algo que resulta preocupante.
Pero por otro lado: sí, lo que quieran con la seguridad, qué malo fue el resultado, cómo pudo ocurrir tal cosa… pero más allá de todo esto, ¿qué demonios hacía un futbolista (entendámonos: un "deportista" en el amplio sentido de la palabra: alguien sano y sin vicios drásticos), en un bar a tales horas de la madrugada? Los testigos y gente que ha declarado alrededor de lo acontecido, coincide: el estado del americanista, no era del todo sobrio. Y en ese lugar y momento, dejan mucho que desear de una persona dedicada al deporte.
Estoy de acuerdo también que no por una mala conducta merecía que le sucediera esto, pero el refrán, al fin y al cabo, lo dice muy claro: "si no quieres ahogarte, del río debes apartarte". Eso es definitivo.
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