Y así de pronto, llegaron las vacaciones: días flojos para los hijos, días difíciles para los padres. Tardes perdidas entre juegos para las niñas y niños, tardes que encuentran la locura entre las madres en general…
¡Caramba, creo que prefiero los periodos de clases ahora que soy grande!
Felices vacaciones chicos y chicas. Traten de no volver locos a sus padres.
1 comentario:
Estimado Señor Tapia, desde hace mucho tiempo sigo sus colaboraciones en la revista aquí aún cuando no tengo la facilidad de tenerla ya que en mi domicilio no la entregan, leí en su columna de esta semana que van a obsequiar cien examenes para detectar la osteoporosis y me gustaría apuntar a mi mamá, espero pueda ser una de las beneficiadas, agradeciéndole su atención quedo a sus órdenes.
El nombre de mi mamá es Reynalda Petra Lara Roa.
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