Pero es que la culpa siempre la ha de tener el gobierno. Si tuviéramos otro gobierno, la cosa sería diferent…
¿Seguros? Ellos pueden estar en sus riñas internas y de facciones, pero ¿y nosotros, la población? ¿Ya aprendimos a separar la basura en desechos orgánicos e inorgánicos? ¡No! ¿Alguien conocido hace compostaje o sabe de lombricompostas? ¡No! ¿Tenemos la conciencia de consumir menos y sólo lo necesario? ¡No, no, no!
¡Y queremos que todo cambie por arte de magia! De esta forma lo único que va a ocurrir, es que perderemos nuestro hermoso municipio entre montañas gigantescas de basura. Y con él, nuestra salud y nuestra vida.
No esperemos a que el gobierno nos dé la solución en este problema: busquemos en internet, en bibliotecas, entre amigos y profesionales. Las soluciones están al alcance de la mano. Sólo es cuestión que nos decidamos a querer vivir y no andar muriéndonos entre alimentos basura y costumbres necias.
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