Llega el día límite y resulta que sólo la inhumana compañía de Telcel va a acceder a cancelar líneas (inhumana por como trata a sus clientes por lo regular). Las demás: o como Movistar, se niegan a hacerles esa "desgraciadez" a sus clientes; o como Iusacell, no dejan clara su posición. El caso es que el resultado fue el mismo: nos enteramos que es otra tomadura de pelo de nuestro queridísimo gobierno.
Y las dudas ante esta medida tan ridícula (como normalmente son), salen a la luz en esta ocasión: si me roban el celular, ¿soy yo el responsable del ilícito cometido con él? ¿No puede un delincuente argumentar lo mismo tras hacer su fechoría ("me robaron el celular" y tirarlo en cualquier lugar, diciendo que otro cometió su infracción)? ¿Acaso no existe la famosa posibilidad, que el gobierno empiece a hacernos maldades con toda la información recabada y luego echarle la culpa a sus clásicos "chivos expiatorios"?
Estas son algunas de tantas dudas en un país donde su ley es de chicle: se masca, se gasta y se tira. ¡Dios nos proteja de nuestro santo Gobierno!
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